La mala gestión de los inventarios es una de las causas principales de los pobres resultados de un negocio. Las compras de emergencia (y a un precio más alto) de insumos, las mermas en los productos en depósito, los problemas para cumplir con las entregas a los clientes y las bodegas saturadas son solo algunos de los síntomas de ineficiencia en esta área clave para toda empresa.

¿Pero por qué resulta tan importante manejar bien los stocks? Porque se trata del registro de todos los bienes de la compañía que se van a destinar para la producción de bienes o directamente para la venta. Y cuando no se realiza de la manera adecuada, el negocio se queda sin el combustible necesario para seguir operando, como si fuera un automóvil.

Son cuatro variables las que te van a permitir definir cuál es la cantidad de productos que debes comprar, y en qué momento. Por supuesto, para poder lograrlo vas a necesitar información en tiempo real sobre ventas y existencias. Por lo que es recomendable que cuentes con un sistema efectivo de administración empresarial, que conecte las ventas con las entradas y salidas del depósito, y arroje información vital para la toma de decisiones.